Desde ayer un correntino que carga Diésel premium de YPF debe pagar hasta 73 pesos más que un conductor del Área Metropolitana de Buenos Aires. Eso surge de los nuevos valores establecidos por la petrolera estatal, con la actualización del "sendero de precios", como se dio en llamar al acuerdo que las petroleras que operan en Argentina hicieron con el ministro de economía de la Nación, Sergio Massa, de aumentar un promedio de 4,9% por mes los precios de todas las variedades de hidrocarburos.

Esa diferencia disminuye proporcionalmente al valor del combustible, ya sea la nafta Súper o Gasoil, en sus variedades más baratas y más cotizadas.

Esos aumentos también se dan en un contexto de planteos de los empresarios que distribuyen combustible en la provincia de corrientes y que dan cuenta de una sustancial caída en el consumo y retraso de las pizarras en cuanto a la evolución del proceso inflacionario.

Con la actualización operada ayer, la nafta Súper va desde $223,9 a $238,5 dependiendo de la marca, las naftas Premium de $278,2 a $290,0; el Diésel más económico de $244,8 a $269,9 y el Premium de $326,2 a $340,4 (ver infografía adjunta).

ESTACIONEROS VEN CAÍDA DE CONSUMO EN EL SURTIDOR.

El nuevo incremento en los precios de los combustibles se implementa por un acuerdo de las Secretarías de Energía y de Comercio durante abril, al renovarse el programa Precios Justos con el sector petrolero. Ese acuerdo estableció una pauta del 4% mensual en los precios de la nafta y el gasoil desde el 15 de abril hasta el 15 de agosto y fue firmado por las principales empresas de la actividad.

Así, entre enero y agosto de este año, los combustibles registrarán un incremento del 36%, muy por debajo de la inflación proyectada para ese período. Además, en el primer cuatrimestre de 2023, los combustibles aumentaron 18% contra una inflación acumulada del 32%.

El empresario del combustible, Eligio Bernes, indicó que sus comercios vienen de meses "con un nivel de inflación que primero fue del 6%, luego 7% y ahora 8,4%. Esos indicadores son casi el doble de lo que sube la nafta. Ya el año pasado, durante todo el año, la inflación fue superior al 100% y en igual período de tiempo la nafta se encareció solo un 61%".

"Todo el tiempo estamos muy por debajo de la inflación real, por eso se siente con fuerza la pérdida de rentabilidad en el sector", acotó y completó: "El consumo a boca de surtidor también cayó bastante, en los últimos dos meses notamos una caída del orden del 10%. Porque, más allá de que la nafta no sea de los productos que más subieron, el dinero que tiene la gente lo usa, primordialmente, para comer".

Con ese panorama, desde ayer se implementaron nuevos precios en los valores de los combustibles y, paradójicamente, los precios más altos se pagan por el Diésel, tanto el común como el premium, en todas las marcas. Algo que impacta a modo de efecto dominó sobre todas las actividades económicas, ya que es el hidrocarburo usado para la logística y transporte.

Fuente: www.diarioepoca.com