Ya no queda nada, pero a la vez es mucho. No es un juego de palabras como aquella frase de Guido Kaczka que se hizo meme: "Está mal, pero no tan mal". Es que en política todo puede pasar, sea bueno, mucho o poco. Más aún si se trata de un balotaje presidencial que en una semana y un día definirá mucho más que un mandato por cuatro años, sobre todo en este escenario de lo más incierto que -política y electoralmente- se vivió en Argentina, al menos en estos 40 años de período democrático sin interrupciones.

Sergio Massa, actual ministro de Economía va de candidato por el oficialismo, Unión por la Patria, con el respaldo de una muy buena remontada lograda entre las PASO y las Generales (cuando salió primero), y que en ocho días tendrá un mano a mano con Javier Milei, el líder de La Libertad Avanza, que en solo dos años logró abrir el camino que lo pone a un paso de la Presidencia.

En el tramo final de la ruta hacia las urnas de la segunda vuelta, aparecen varios mojones a tener en cuenta. En principio, desde hoy ya queda prohibida la publicación de encuestas: camino despejado de cualquier acción persuasiva con esos números. Además, queda el debate de mañana, el tercero y final en esta carrera hacia la Casa Rosada. Allí, Massa y Milei se juegan muchas cosas. Se dice, y con acierto, que los debate no suelen sumar puntos en la intención de votos, sino que –y ahí su importancia desde la estrategia política y electoral- pueden restar potenciales adhesiones.

El debate se realizará a partir de las 21 en la sede de la Universidad de Buenos aires (UBA) y tendrá una duración de dos horas. A diferencia de las dos contiendas anteriores realizadas en el camino a las Generales (el primero en Santiago del Estero y el segundo en la UBA), en esta ocasión tendrá un formato innovador y en total tratará seis ejes temáticos consensuados entre el organismo electoral y los equipos de campaña: Economía, Relaciones de Argentina con el mundo, Economía, Educación y salud, Producción y Trabajo, Seguridad y Derechos humanos y convivencia democrática.

Así, crece enormemente la expectativa por este debate entre Massa y Milei.

En la provincia, las aguas están divididas. Si bien hay varios partidos que orgánicamente decidieron acompañar a Milei, también hay dirigentes que de manera personal han expresado su adhesión. Hay otros que se mantienen colectiva e individualmente en la neutralidad. Varios, también, parecen acompañar a Massa, aunque no lo expresen públicamente para no quebrar esa decisión orgánica de no inclinarse por ninguno de los dos candidatos.

Mientras, la Cámara Nacional Electoral en Corrientes ajusta los detalles finales para a partir de la semana que viene activar a pleno el proceso de carga de urnas para el reparto a cada una de las escuelas de toda la provincia que estarán afectadas para estas elecciones.

Lo que suceda en ocho días más marcará realmente un momento clave para la historia argentina. Porque no es una elección más de presidente, son dos modelos de gobierno antagónicos y en fuerte pugna. Y hay también un condimento muy especial para lo que vendrá: dentro de un mes, el 10 de diciembre, el electo presidente deberá estar –con tiempos acotadísimos- asumiendo el cargo.

Fuente: www.diarioepoca.com