Locales

Pablo sigue sin aparecer y la búsqueda desesperada ya lleva cuatro largos días.

Un sacerdote confirmó que el muchacho llegó a dedo y a la mañana siguiente se fue. Su hermana dijo que sólo llevó su DNI.

Pablo Acosta, el joven correntino que desde el viernes 15 es intensamente buscado por su familia, hizo noche en la ciudad de Saladas hasta donde llegó luego de "hacer dedo todo el día", confirmó ayer el párroco de la iglesia San José de aquella ciudad, en una entrevista a Radio Dos. "Pasó la noche, contó sobre sus problemas y al otro día temprano ya no lo encontramos", dijo el prelado.

Pablo Martín fue visto por última vez en una filmación de videovigilancia de la casa donde vive. Salió vistiendo pantalón de jean azul claro, zapatillas oscuras, campera inflable azul y llevaba una mochila negra. Su familia radicó la denuncia al otro día, cuando no lograban contactarlo.

Ayer por la mañana se pudo saber que el hombre de 32 años pernoctó el viernes por la noche en la capilla San José de Saladas donde fue recibido por el padre Martín González y un grupo de jóvenes quienes estaban conmemorando el Viernes Santo con una misa.

"Lo recibieron los jóvenes del pueblo, ellos se dieron cuenta de que él no estaba bien, intentaron consolarlo en su situación, compartió la comida porque dijo que no tenía dónde quedarse. Al otro día, cuando abrieron la capilla, ya no lo vieron más, se encontraron con que ya no estaba. Dejó el colchón y las mantas que le habían prestado para que duerma cálido", sostuvo el sacerdote.

El cura párroco confirmó que más allá de las cuestiones personales que lo tenían angustiado, físicamente estaba bien, charló con los jóvenes que le dieron consuelo. Estamos rezando mucho por él para que vuelva con su familia", indicó a Radio Dos el religioso. Al parecer era la primera vez que Pablo llegaba a Saladas. Había visto el movimiento en la capilla y no dudó en pedir ayuda en el lugar.

Un dato inquietante da cuenta que esa noche efectivos policiales de Saladas llegaron hasta la capilla convocados por el sacerdote. "Hablaron con él, le tomaron los datos personales", explicó González, pero extrañamente no lo retuvieron, pese a que la denuncia recién fue formulada el sábado a la mañana por la familia.

En diálogo con diario época, Melisa Acosta, hermana de Pablo, dijo que hasta el momento lo último que tienen es la presencia del hombre en Saladas. "Sólo se llevó su DNI y alguna muda de ropa. El resto dejó todo. Se ve que algo lo agobiaba. Mi hermano es sumamente reservado y no comentaba jamás cuestiones personales, pero varias personas nos dijeron que hace rato lo venían viendo extraño. Tiene un hijo de 6 años que ya lo extraña, al igual que nosotros. Estamos todos muy tristes y esperamos que vuelva", dijo la joven.

Para cualquier información deben comunicarse a los números de teléfono: 3794-664065 - 3794-530902.

Fuente: www.diarioepoca.com

Comentarios
Volver arriba