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El consumo de antidepresivos no para de crecer desde el inicio de la pandemia y preocupa a los especialistas

Datos brindados por IQVIA y COFA indicaron el incremento en la venta de psicofármacos desde 2019

La actual pandemia por coronavirus que está próxima a cumplir tres años en diciembre no es la única que acecha al mundo hoy. De la mano del COVID-19, millones de personas transitan también la llamada pandemia mental, denominada así por psiquiatras, neurocientíficos y epidemiólogos para alertar del incremento de consultas y dependencia a los fármacos que se vive todavía.

Es que esta pandemia mental disparó el consumo de psicofármacos, medicamentos de venta libre, drogas y alcohol, entre otras adicciones y males psicosociales. Este panorama se muestra parejo en toda Latinoamérica. Los datos recabados por organismos oficiales y empresas de tecnología de información como IQVIA son contundentes. Esta última hizo una distinción en cuanto a lo que ocurre con los antidepresivos y los ansiolíticos, ya que es muy sensible el aumento que tuvieron los primeros en el período de 2019 a 2022, mientras el consumo de los segundos decreció, aunque levemente, ya que en el último año se vendió un 2,1% menos.

(Infografía: Marcelo Regalado)

(Infografía: Marcelo Regalado)

En Argentina, de acuerdo con datos de la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación (SEDRONAR), antes de la pandemia, el escenario ya generaba preocupación: 15 de cada 100 personas —casi 3 millones de individuos— consumía psicofármacos bajo prescripción médica.

Por su parte, según datos que IQVIA aportó a Infobae para esta nota, entre junio de 2019 y el mismo mes de 2020 la venta total de psicofármacos se incrementó en América Latina en un 10,2%; al año siguiente el aumento fue del 12,2%, mientras en el último año, es decir entre junio de 2021 y junio de 2022 el incremento fue menor: un 2,3%.

(Infografía: Marcelo Regalado)

(Infografía: Marcelo Regalado)

La doctora Macarena González, médica Neuróloga de la Unidad de Movimientos Anormales del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro corroboró, en diálogo con Infobae, este panorama que todavía hoy perdura: “Actualmente en el consultorio médico vemos que hay valores más grandes de consulta por problemas de salud mental. El aislamiento, la soledad, el miedo a enfermarse hizo crecer los trastornos de ansiedad y depresión en general”.

“El registro de aumento de consumo de ansiolíticos se vio incrementado durante la pandemia. Existen varios prejuicios respecto a la salud mental. Y uno de ellos es que todas las personas necesitan un tratamiento psicofarmacológico. En primer lugar se debe recurrir a la terapia psicológico conductual y si no funciona, recurrir a un médico psiquiatra. El expendio de este tipo de psicofármacos debe estar prescripto médicamente con receta doble”, manifestó González.

Sin duda, la pandemia ha llevado a un incremento en el número de adolescentes que reportan tener algún problema de salud mental”, señaló José Benjamín Guerrero, jefe departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). “No hay que olvidar que la depresión es una de las principales causas de enfermedad y discapacidad en los adolescentes en el mundo”, insistió.

“De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los trastornos mentales representan el 16% de la carga mundial de enfermedades y lesiones en adolescentes”, dijo y agregó que la pobreza, el abuso y la violencia en sus diferentes formas son factores que hacen a los jóvenes más vulnerables a los problemas de salud mental.

Fuente: www.infobae.com

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